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lunes, 26 de diciembre de 2011

La falsa crisis que no tiene fin.

Desde que empezó el asunto de la "hipotecas sorpresa" americanas, se ha desatado el lazo que sujetaba en cierta forma a los banqueros. El resultado de las hipotecas sucias, en mi opinión no ha sido otra cosa que un robo a los bancos europeos, por parte de los de EE UU. Los imbéciles ¿se dejaron envaucar? ¿o lo hicieron a sabiendas de lo que sucedería?. Si es lo primero, malo por que significa que son tan estúpidos como para fiarse de unos tipos a los que no les importa un pito que la Unión Europea se vaya al garete. Es más, les vendría muy bien que así fuera. Si es lo segundo, peor. Significa que con tal de ganar dinero, son capaces de vender a su madre. Es cualquiera de los dos casos, estos gerifaltes de las finanzas europeas, se merecen, por su mala gestión, estar, cuando menos, entre rejas. Los resultados de sus malas inversiones, han llevado a muchas empresas a la quiebra y muchas personas a no tener nada con que ganarse la vida. A esto hay que unirle y sumarle las farranadas de los políticos que nos gobiernan.
El ciudadano de a pié, tiene la sensación de que le están robando descaradamente, no solo su salario, sino también su futuro.
Se hace necesario que empecemos a pensar -sobre todo los jóvenes-, en que habrá que hacer una revolución, que se me antoja que de pacifica debería tener poco. Estos mafiosos, no se van ha dejar quitar la gallina de los huevos de oro sin lucha. En una ocasión, cuando estaba empezando la democracia en nuestro país, un vejete sabio me dijo "Desengañate Paco, una revolución sin lucha no es revolución, es un paripé". Llevaba toda la razón del mundo. El trabajador y el ciudadano, se ha ganado lo poco que tiene a través de la lucha en la calle, protestando continuamente y haciendo huelgas. Ya sé que en los tiempos que corren esto, no es lo mas políticamente correcto, pero, es lo que creo que habría que hacer, para conseguir que esto cambie algo. Protestad siempre que consideréis que vuestros derechos son vulnerados. hacedlo por escrito, cuando se pueda o a grito pelado para que todos los que estén cerca os oigan. Salud y libertad para todos

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Los malos modos

A veces sucede que cuando algunas personas se ven en la cúspide del poder, optan por lo que yo llamo "la soberbia del poder". Es decir, creyéndose en posesión de la verdad absoluta, o simplemente haciendo valer que han sido investidos del poder que dan los votos, utilizan estos como si fueran suyos propios y hacen de su capa un sayo, saltándose todas la normas habidas y por haber, sin respetar las que se han dado los que le han votado, e interpretan estas como le viene en gana para hacer y deshacer lo que le convenga. Un ejemplo histórico, lo tenemos en Hitler. fue votado por lo alemanes y puso patas arriba el mundo.
Lo malo de esto, es que ataca a la esencia de la democracia y la pervierte tan gravemente, como para dejarla sin valor ninguno. En todos los países, debiera haber un departamento que se dedicara a deshacer los entuertos que producen esto individuos soberbios, con mente fascistoide, para que la democracia reluciera siempre. El hecho de que no respeten las decisiones que a través de los votos, hacen llegar las personas implicadas en unas elecciones, dice mucho de la honradez de las personas a las que se ha votado. A su vez, desgraciadamente, demuestra que no siempre elegir sin conocer a los elegidos, aunque sea democrático, no es el mejor camino. Quizá habría que arbitrar una forma de que aquellos que presente a unas elecciones, son idóneos para el puesto al que se presentan. Aprendamos de la experiencia y no cometamos los errores pasados

La honradez en solfa

Me he llevado una decepción enorme con alguien a quien he cogido cariño y creía que era mi amigo. He estado conviviendo con él durante un tiempo en el trabajo, enseñándole todo lo que sé y en la creencia de que estaba aprendiendo de mí a como comportarse en la vida con los demás.
No es que yo sea mejor persona que nadie, pero, tengo una cierta edad y esta persona es joven. Tiene la misma edad que mi hijo. Quizá por eso me entregué tanto con él y puse toda la carne en el asador para que al menos, el tiempo que estuviéramos juntos, le sirviera de experiencia positiva.
Sin embargo, cuando llegó el momento de defenderme ante una agresión, optó por no protestar a los que él reconoce como jefes, para no irritarlos y sacar provecho de ello.
El resultado no ha podido ser más doloroso para mi. me he visto más solo que la una, justo cuando más lo necesitaba. Ha sido una traición en toda regla
Lo que más me duele, es que llegué a mentir por tapar sus fallos, recibiendo a cambio una puñalada por la espalda. Lo más grave, es que lo han pergeñado (él y los que le rodean) de forma tal que al mentirme, cometí la estupidez de apartarme y dejarle el camino libre.
Esto demuestra, que la honradez es, mucho más que no robar. Ser honrado consigo mismo y con los demás, es muy difícil, porque en muchas ocasiones, tienes que hacer cosas que no te convienen, pero que son las que te hacen ser una persona de moral firme y honradez extrema. Esto, que te lo tienen que reconocer los demás, solo se consigue si cuando se toman decisiones, se tiene en cuenta el daño que se puede hacer a los demás.
La satisfacción y el mejor pago que puede tener un maestro, es ver que su alumno sigue sus enseñanzas y las aprovecha debidamente. Si no es así, la sensación de fracaso, tarda bastante en superarse y se llega uno a sentirse culpable por haber parecido estúpido a los ojos de quien te engaña.
Si tengo que ver algo positivo en lo que ha sucedido, es que me sirve de experiencia para poner menos confianza en algunos tipos de personas. A estas alturas, estoy enfadado conmigo mismo por no haber visto a tiempo lo que estaba sucediendo. Es penoso que alguien en quien confías ciegamente, te deje en la estacada las primeras de cambio. Espero que la vida le haga pagar el daño gratuito que hace a los demás.

lunes, 24 de enero de 2011

El "buen sentido"

En muchas ocasiones, somos un tanto falsetes cuando hablamos con los demás. Decimos: "creo que te has pasado de la raya con fulano, te lo digo en el buen sentido". Lo que en realidad queremos decir: "Eres una mala persona y no sé como decirtelo sin que te molestes, por si la tomas conmigo y te vengas de mi".
Si fueramos francos con los que nos importan, no tendríamos que andar con estos subterfugios. No es necesario decirle a alguien que es un hijo de madre soltera. Se le puede decir que se gasta menos el día del padre que un ciego en novelas. ¡Si! ya sé que es una contradicción, y que se da de tortas con el párrafo anterior, pero, ¿te has parado a pensar que es una muestra más de lo que trato de explicar?.
La franqueza, solo la admiten -siempre que no se insulte-, los inteligentes. En esta vida tan ajetreada, prísica, estresante, etc, se está haciendo necesario llamar a las cosas por su nombre, porque será la única manera de que no haya terceras intenciones en lo que decimos y nos entendamos todos con claridad y concisión. AL no  hacernos entender cláramente, lo que decimos es aprovechado por las malas personas, para sacar ventaja y beneficio de las confusiones que se puedan originar. Aquello de "al pan, pan y al vino, vino" se hace más necesario que núnca.
En mi opinión, estamos obligados a caminar por la senda de la ética, la horadez, y la sana intención de hacer cada día el mundo un poco mejor, por que de ello puede dependerá la exsitencia de la siociedad tal como la conocemos hoy. En los avatares de esta puñetera sociedad egoista, edonista, unipersonal y poco solidaria hoy, más que núnca, lo que tenenmos una visión clara -aunque puede que equivocada- de la realidad social que estamos viviendo, debemos hacer todo lo que esté en nuestras manos para sacarla de la inacción, el amorcillamiento, el pasotismo y todo aquello que la tiene entumecida. Podemos estar equivocados, pero, si lo que nos guía es esta intención, habremos contribuido a abrir el camino que las gentes luchadoras de otras épocas nos abrieron. No debemos rendirnos bajo ningún concepto. Si pueden con nosotros, podrán con mayor razón con aquellos que desgracidamente no tienen la conciencia que tenemos nosotros, del lugar que ocupan en la sociedad.
Debemos hablar, hablar, y hablar sobre esto con todos los que quieran escucharnos. Yo al menos lo intento. Espero que me perdonen aquellos que consideren que les doy la vara con mis ideas, pero siento la necesidad de expresarlas. Ojalá que en alguna ocasión, estas cosas sirvan a alguien para despertar a la lucha contra los que se aprovechan del hombre, solo por la avaricia de amasar dinero.