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miércoles, 27 de octubre de 2010

La avaricia

Desde el principio de los tiempos, se han significado las personas que tienen como bandera la avaricia. Es el defecto que más daño está haciendo al mundo en los últimos tiempos, ya que parece que no hay medida para el amasamiento de bienes o dinero de forma loca e inconsciente.
La prueba, es que el índice de pobres aumenta en relación directa a la subida de las fortunas de unos pocos. Debiera considerarse la avaricia, como una enfermedad psicológica. En orden a esto, habría que llevar a cabo estudios que lo corroboraran, así  como también se debería medir y tasar cual es el montante a partir del cual se debiera poner tasa, para evitar que mientras una parte del mundo vive como verdaderos reyes, otra se esté muriendo de hambre y sed, sin que se haga mucho evitarlo, por parte de aquellos que lo pueden hacer.
Los políticos, en su inmensa mayoría, que se supone que son los que pueden implementar las leyes y normas de funcionamiento de la sociedad, están vendidos al poder, cuando no a la corrupción. No hay sentido social de la empresa y el capital y solo cuenta en todos los ordenes la cuenta de resultados. Aunque para aumentarla, sea preciso pisotear los derechos de las personas o tratarlas de forma inhumana o despótica. Debiéramos empezar a pensar que no se puede seguir por este camino, porque ello supone tener abierta la vía de los grandes conflictos que por parte de los expertos en comportamiento del hombre, preveen que sucedan.
Si se piensa en que la sociedad se desarrolle de forma normal y se consiga un escalón de sabiduría superior, debemos cambiar el modelo de sociedad actual, por otro más solidario y humano. Es difícil pedir a todo el mundo que renuncie a parte de aquello de lo que disfruta, pero también es absolutamente necesario hacerlo. Solo desde esta filosofía, llegaremos a ello.

jueves, 14 de octubre de 2010

El afán de protagonismo

Aquel que quiere se el protagonista de todo, acaba siendo el odiado por todos. El afán de protagonismo, puede llevar a una persona a no ver el mundo real en el que vive, dándole una visión distorsionada de la realidad, que le impele a actuar como si los demás fueran meros peones para conseguir sus fines.
En un mundo cada vez más interdependiente, debiéramos darnos cuenta de que no es bueno que demos pábulo a los "protagonistas", porque suele suceder que llevan al resto al precipicio, por culpa de la falta de realidad de su visión del asunto de que se trate.
He comprobado por mi propia experiencia, lo difícil que es luchar contra este tipo de personas. Unas veces, porque son sumamente inteligentes y tienen un poder de convicción, que hace que le sigan algunos de los que les rodean. Otras veces, porque convencen de su bondad, escondiendo su intención de salirse con la suya, si o si. Esto, lleva a situaciones que en nada favorecen -la mayor parte de las veces-, el normal desarrollo del trabajo, porque hacen sentir a aquellos que no engañan, como si fueran los malos de la película, cuando la realidad es que son los que están viendo el envolvimiento a que son sometidos el resto.
Luchad con todas vuestras fuerzas contra este tipo de personas. Acabareis ganando la partida si teneis el tiempo y la inteligencia suficiente, como para hacer ver al resto lo que está sucediendo, y habreis conseguido evitar, que un más que posible farsante, hagan daño a los que le rodean.

jueves, 7 de octubre de 2010

El premio Nobel

Esta mañana, he visto el emilio que me han enviado desde la fundación Vicente Ferrer. Me agradecen la pequeña colaboración que tengo con ellos, cuando puedo.
Es admirable, y debiera ser ejemplarizante para algunos, el esfuerzo y la capacidad de sacrificio que tienen personas como Vicente Ferrer. Dedicar su vida a los demás, enaltece al ser humano hasta allá donde el reconocimiento de los que rodean a estas personas les damos. Para mí, sería necesario que se le concediera el premio Nobel a este HOMBRE -así, con mayúscula-, para que la comunidad internacional adquiera algo del prestigio que hemos perdido con las acciones egoístas y desafortunadas que llevamos a cabo todos los días. En mi opinión, sería necesario que se considerara la avaricia como enfermedad psiquiatrica, porque no puede llegarse a los extremos en los que ya estamos. Que haya tantos con mucho de sobra y haya aún más con bastante de falta, indica el nivel de deshumanización al que hemos llegado. Solo las personas como Vicente Ferrer, nos sacan de esta deshumanización. La desgracia es que son pocos.

martes, 5 de octubre de 2010

No se entiende

No se entiende que nos hagan la puñeta a diario y no reaccionemos
No se entiende que nos avasallen los poderosos y no reaccionemos
No se entiende que no podamos ir al médico cuando lo necesitemos y no reaccionemos
No se entiende que nos dejen sin trabajo y no reaccionemos
No se entiende que no nos permitan ser ciudadanos y no reaccionemos
No se entiende que la juventud no vea su futuro y no reaccionemos
No se netiende que  nuestra sociedad se deteriore y no reaccionemos
No se entiende que permitamos que los empresarios traidores, se lleven las empresas fuera "porque ganan más" y no reaccionemos
No se entiende que quieran imponernos normas de conducta supuestamente "morales" y no reaccionemos
No se entiende que nos quiten los derechos que tanto nos ha costado conseguir y no reaccionemos
No se entiende que permitamos el robo y como excusa digamos aquello de "si tu estuvieras, también lo harias" y no reaccionemos
En definitiva no se entiende que hayamos perdido la noción de dignidad que nuestros paedres nos dejaron y no hayamos haecho nada por evitralo. Creo firmemente que solo desde la lucha diaria contra la injusticia y la busqueda del humanismo positivo y libre de ataduras religiosas o politicas, llegaremos a conseguir que nuestra sociedad actual sea merecedora de ser vivida con dignidad