Una de rarezas de la justicia

Hay cosas que no son fácilmente entendibles. El ejemplo paradigmatico de ello, es el juicio al juez Grazón.
Este hombre, que ha demostrado sobradamente su honradez en el desempeño de sus funciones y que goza de un prestigio internacional que para sí quisieran cualquiera de los que le juzgan o acusan, se ve en el banquillo por haber investigado, hasta sus últimas consecuencias, a unos chorizos que estaban blanqueando dinero y sacándolo del pais. Su desgracia es que, a los que ha investigado, son de la cuerda de los que mandan actualmente. ¿o es casualidad que se asignara fecha para el juicio justo después de las eleciones?
Independientemente de que la ley es interpretable y por ello mismo se presta a infinidad de situaciones que pueden rayar la ilegalidad, lo que está merididanemente claro, es que este hombre no ha querido en ningún momento tragredir las ley, por cuanto ordenó a los policias que llevaban a cabo las escuhas teléfonicas, que borraran todo lo que se refiriera a estrategias de defensa de los abogados. Unos abogados, que, -algunos de ellos-, posteriormente se constató que estaban "pringados en la chamba". Teniendo esto en cuenta y habiendo sido publicado en la prensa sin que nadie haya dicho una palabra al respecto, ¿como tienen la poca vergüenza tanto jueces como abogados de querer hacer ver a los españoles, lo que no se sostiene de ningún modo? ¿Acaso han pensado como sus pagadores, que el pueblo es idiota?
He dicho en más de una ocasión, que en la era de la comunciación, es muy dificíl engañar permanentemente a los demás. Tarde o temprano, se sabe la verdad de una u otra manera. Claro, que hay que ser medianamante inteligente para ver esto y a lo que parece, tanta carrera y tantos años de estudios, regados con dinero, debe entontecer bastante.
Habría que preguntarse, porqué en unos casos ponen tanto celo en actuar judicialmente y en otros son tan libianos en su actuación, cuando se trata de poner en la picota a un banco o en hacer cumplir la ley a un político.
En un pais como el nuestro, en el que la desidia de la mayoría de la población, cuando no la falta de nivel cultural que desgraciadamente aún tenemos una buena parte de nosotros, puede dar pie a que, como decía el viejo profesor, colepoterras y chulanganos, campen a sus anchas sin que encuentren cortapisa a sus desmanes, los que tenemos la capacidad de protestar, de la manera que sea, tenemos la obligación moral y ética de hacerlo. Pero, en medio de todo esto, creo que afortunadamente, eso está cambiando poco a poco

Esperemos que pasito a pasito, consigamos que se lleve a cabo una limpieza de tanto mangante y medrador malintencionado y avaricioso que pulula por nuestra tierra.