Hoy me he levantado en plan político inaugurador. Me he dicho a mi mismo ¿por qué no inaugurar algo? Se me ha ocurrido inaugurar una nueva sección de este blog, a la que he dado en llamar "LO QUE ME MOLESTA".
Para empezar, he elegido un asunto que me molesta sobremanera; yo los llamo los grafomierda -grafo, escritura; mierda, tiene poca explicación-. Son aquellas personas que escriben en las paredes de los servicios con sus propios excrementos de reciclado de alimentos, una vez que estos han pasado por la oficina de su estómago (que decía D: Miguel de Cervantes en el Quijote). Si, ya sé que no sucede a menudo, pero cuando ves en un servicio este panorama, te acuerdas de la familia (casi siempre padre o madre, por haber traido al mundo un engendro semejante) del propietario de la cagarruta artística. Yo, a estas prendas de personas, no les ponía ni una multa; es más, les invitaría a una copita de vino, que junto con un cachito de pan para que arrebañara lo que ha escrito, le iba a servir para que el traguito fuera más llevadero. Justica parda, que llaman los leguleyos. A veces -por no decir siempre-, es mas efectiva que la "legal". ¿Os imaginais al imperfecto de turno teniendo que comerse su obra maestra?; sería todo un espectáculo
Además de la contaminación material del producto de desecho físico propiamente dicha, está la olirifica o gaseosa. El olor que hay en un aseo que haya sido presa del ataque terrorista de alguien que hace esta guarradas, es insoportable.
Pudiera ser que estos individuos/as tuvieran un complejo. A lo mejor no les han dado de pequeños/as un lapiz o boligrafo para que dieran reinda suelta a sus ansias de creadores literarios. Por si acaso y en prevención, dadles a vuestros hijos -los que tengais pequeños-, lo necesario para que no cojan complejos tontos como este. A ver si con esto acabamos, entre todos, con los grafomierdas del mundo.
Próximo capitulo: Me lo pensaré
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