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lunes, 5 de noviembre de 2012

La avaricia asesina (CUATRO MUERTES POR CODICIA)

Una vez más, en un recinto cerrado se sobrepasa el aforo y se amontonan personas de forma irresponsable. Esta vez, según han dicho en los periódicos, el responsable podría ser el Ayuntamiento de Madrid, dado que la ley hace responsable de lo que suceda en el interior, al propietario del recinto.
Lo grave de estas muertes, además de que se podrían haber evitado, es que los responsables las han propiciado, por el afán de ganar más dinero del que les hubiera correspondido si hubieran respetado el aforo permitido y no hubieran precintado las puertas de emergencia. Este hecho -como en otas ocasiones-,  indica la avaricia desmedida de estos sinvergüenzas, a los que no se les ocurre, ni por lo más remoto a poner en las salidas de emergencia a personal de seguridad que evite que se utilicen incorrectamente (es el argumento que utilizan a menudo, en estos casos), por los que están dentro.
Veamos cómo no hubieran ocurrido estos desgraciados hechos:
  1. No permitiendo que se rebasara el aforo para el que está diseñado el recinto
  2. No precintando las puertas de emergencia y poniendo a personal de seguridad en ellas, que además hubiera ayudado en caso de ser necesario en su uso y a la correcta utilización de las mismas
  3. Exigiendo el Ayuntamiento de Madrid las medidas anteriormetne citadas
  4.  Teniendo el Ayuntamiento hecho un estudio de seguridad de evacuación del recinto 
  5. Exigiendo para su alquiler a cualquier empresa que pretenda celebrar un evento en él, el respeto absoluto al aforo permitido y el cumplimiento extricto del protocolo derivado del estudio de seguridad de evacuación.
Está meridianamente claro, que a los que hacen este tipo de negocio, les importa un pito que en estos locales muera gente. Para ellos, lo  primero, es la ganancia. Una idelogía, que emana de la falta de humanidad de un determinado tipo de persona, que, desgraciadamente, está al orden del día hoy en nuestro pais y en casi todo el mundo.
Tenemos que luchar contra estos desalmados. No hay derecho a que -de momento- 4 jóvenes, hayan muerto por: la desidia en la seguridad, el conchabamiento del Ayuntamiento, la avaricia de los empresarios y, en último caso, la dejación de funciones de las personas encargados de inspeccionar que las cosas se hagan bien.

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