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jueves, 1 de marzo de 2012

¿Debemos seguir creyendo que el hombre se perfecciona?

No es algo que pueda definirse claramente. Todos hacemos las cosas buscando la perfección, para que      -dado que somos un animal gregario-, la sociedad, los que nos rodean, nos consideren necesarios. Con ello conseguimos la estimación de los demás y nuestro ego se fortalece.
Esto no quiere decir que estemos perfeccionándonos. Desgraciadamente, a ello se interponen la cantidad de consideraciones, defectos, intereses y egoísmos que como persona, cada uno de nosotros tenemos.
Un ejemplo: Si bien es verdad que día a día avanzamos en conseguir que tengamos que hacer menos esfuerzos en nuestro trabajo, no lo es menos que los avances, se están utilizando para dar mayores ganancias a unos pocos, mientras que a muchos, esto les perjudica porque pierden su puesto de trabajo por mor de la efectividad de las máquinas. Es decir, lo que en un principio se ideó para el bien de los trabajadores, al final ha servido para esclavizarlos. No hemos sabido asimilar los avances y siempre vamos detrás de la tecnología, sin llegar nunca a utilizarla de manera correcta, sin que suponga un perjuicio.
Volviendo a la pregunta del titulo: Perfeccionarse, debiera ser el fin último de cada uno de nosotros. Estamos obligados éticamente a ello, para dejarlo como legado a los que nos precedan. Es lo menos que debemos hacer, para que podamos decir que nos perfeccionamos.
Si hubiera que buscar una razón para hacerlo, debiera bastarnos que en la perfección personal, se encuentra la sabiduría que atesoramos y que debemos hacerla llegar a quienes lean o escuchen lo que hoy decimos o escribimos, para que a su vez, añadan lo que ellos hayan conseguido. ¿Donde acabará o llegará esta actitud?,. No debe importarnos. Lo principal es ser partícipe de ello, con la generosidad suficiente como para permitir que los demás juzguen lo que hemos hecho bien o mal.
En la actualidad, en mi opinión, hay excesivo individualismo, que nos lleva por una camino que no augura que vayamos a dejar una herencia que merezca la pena. Ya he dicho en varias ocasiones, que se debería catalogar al avaricia como enfermedad mental y curar a los que la padecen, para que dejen de hacer daño a sus semejantes. Esto, que parece una locura, no lo es cuando se ve claramente lo inútil que es para la sociedad que se permita a los "poderosos avaros", hacer daño al conjunto de la comunidad.
Por otra parte, está el asunto de la religiones. todas deben ser respetadas, pero también todas deben respetar a los que no son creyentes. Habría que legislar en este sentido si queremos que podamos vivir en paz. Las guerras de religión, siempre han sido especialmente virulentas y salvajes y nunca -como todas las guerras-, han resuelto nada.
En definitiva, no es tan difícil hacerlo; se trata fundamentalmente de respetar y ayudar cada día un poco a que la vida sea más fácil para quienes nos rodean. No cuesta tanto hacerlo y los beneficios serán para nuestros descendientes. Esto, si es perfeccionarse.

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