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miércoles, 17 de octubre de 2012

Los que se van

¿Porqué sufrimos tanto cuando una persona a la que queremos se nos va?. ¿Por lo que perdemos? ¿Por lo que hemos vivido con el/ella? ¿Porque nos resistimos a admitir lo que ha sucedido?
Una frase: Asimilar los que nos sucede es el primer paso hacia apaciguar la pena que nos causa.
Cada uno, en nuestro interior, vivimos los golpes de la vida, dependiendo de la experiencia vital que hayamos ido acumulando. A algunos nos cuesta más que a otros, pero, todos, con el tiempo, atemperamos el dolor y nos quedamos con los buenos recuerdos de las situaciones que hemos vivido con esa persona. Según los psiquiatras, esto es un modo de defensa del cerebro. Posiblemente, para evitar que caigamos en depresiones que podrían llevarnos a hacer compañía a los que ya no están con nosotros.
Hay un asunto sobre el que he pensado mucho últimamente. Dado que no sabemos nada de lo que nos sucede cuando morimos, es posible que lo que sufrimos, lo hagamos por ignorancia. ¿Quien nos dice que la muerte no es un estadío superior al que tenemos en la vida?. Si hacemos caso a lo que dicen muchas personas que aseguran haber tenido experiencias "post morten", la sensación de paz, de falta de dolor o pesar, hace que se sienta uno en un estado de calma y tranquilidad absoluta, que es mucho mejor que el que vivimos en vida.
Por otro lado, quizá estemos siendo excesivamente egoístas queriendo prolongar su vida y negar ese estado de paz y tranquilidad a la persona a la que le ha llegado la hora.
Sabemos que hay culturas en las que cuando fallece una persona, celebran el paso al otro lado, con música y fiestas. ¿Que diferencia hay entre el dolor que esas gentes y el que mostramos nosotros?; la asimilación del devenir de la vida de forma diferente.  Esto hace que donde nosotros lloramos, ellos cantan; donde nosotros sentimos una pena inmensa, ellos sienten alegría; cuando nosotros nos encerramos en el sufrimiento; ellos se abren a las personas que les rodean. 
No digo que sea mejor o peor filosofía de vida una manera de proceder que otra. Lo que quiero decir con esto, es que puede que nuestra forma de vivir la muerte, esté equivocada. Me ha venido a la imaginación una frase que puede cuadrar con ello “Nadie muere antes de que sea olvidado”. Es decir, mientras tenemos a los que nos dejaron en nuestros pensamientos, en cierta forma están con nosotros. En tanto que esto es así, debiéramos mirara más hacia los que nos rodean y pensar menos en le dolor que nos ha causado una pérdida. En definitiva, es a ellos a quienes estamos obligados y debemos afrontar la vida con los que somos y no negarnos a que algunos dejaron de ser. La vida me ha enseñado muchas cosas, pero, una de las que más me han influido es, que las cosas graves que no podemos controlar hay que asumirlas, tragarlas, vivir con ellas y seguir adelante. Cuesta, realmente cuesta, pero, es cierto aquello de que “El tiempo todo lo cura y si no lo cura, lo cicatriza dejando solo... la señal”.
Vivamos la vida disfrutando lo que podamos y haciéndola más fácil a los que nos rodean. Cuando llegue nuestra hora, será más sosegado ese paso.

2 comentarios:

  1. las personas solo mueren cuando son olvidadas, por eso mi padre nunca morira para nosotros

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  2. Alguien más sabio que nosotros dijo: "Nadie muere antes de que se le olvide". Esto corrobora lo que dices.

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