Esta mañana, he visto el emilio que me han enviado desde la fundación Vicente Ferrer. Me agradecen la pequeña colaboración que tengo con ellos, cuando puedo.
Es admirable, y debiera ser ejemplarizante para algunos, el esfuerzo y la capacidad de sacrificio que tienen personas como Vicente Ferrer. Dedicar su vida a los demás, enaltece al ser humano hasta allá donde el reconocimiento de los que rodean a estas personas les damos. Para mí, sería necesario que se le concediera el premio Nobel a este HOMBRE -así, con mayúscula-, para que la comunidad internacional adquiera algo del prestigio que hemos perdido con las acciones egoístas y desafortunadas que llevamos a cabo todos los días. En mi opinión, sería necesario que se considerara la avaricia como enfermedad psiquiatrica, porque no puede llegarse a los extremos en los que ya estamos. Que haya tantos con mucho de sobra y haya aún más con bastante de falta, indica el nivel de deshumanización al que hemos llegado. Solo las personas como Vicente Ferrer, nos sacan de esta deshumanización. La desgracia es que son pocos.
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