Desde que ha nacido este nuevo partido llamado PODEMOS, está
revolucionado el patio político. Creo que es bueno que esto suceda. Hemos
tenido tanto tiempo de mediocridad política, ladronicio, mafiosidad y falta de
respeto por los habitantes de España, que si este nacimiento lleva a que se
revuelvan en sus asientos todos los que hasta ahora nos tomado y tratado como
idiotas, es bueno.
Pero yo no me conformo con esto. Creo que ha llegado la hora de
movilizarse por conseguir que nuestro país, dé un giro de 180 grados y se
convierta en el revulsivo necesario para que Europa entera, sea más humana, más
social y más justa.
Esto, como las medidas que propone este nuevo partido, no se va
conseguir de la noche a la mañana, pero me parece que intentarlo es lo menos
que podemos hacer, si no queremos que nuestros descendientes nos puedan decir
mañana que no hemos hecho nada por su futuro. El mundo, por mor de la
globalización, se ha convertido en una empresa, en la que lo único que importa
es la cuenta de resultados, es decir, el dinero. Esto nos está llevando a
esclavizarnos en el trabajo, para, simplemente, poder comer. ¿Eso es lo que
queremos para nuestros hijos y nietos? Yo, no, desde luego.
Ahora tenemos la oportunidad de iniciar el germen de una revolución
pacífica que nos lleve a conseguir los objetivos de sociedad justa, humana y
social, donde las personas cuenten más que el amasamiento de dinero. Alguien
que conocí hace años, me enseñó que el dinero solo sirve para comprar
felicidad. Y es cierto. Solo y nada menos, sirve para eso. Si somos capaces de
hacer compatibles nuestros intereses con los de los demás, seremos un pueblo
admirado y respetado en todo el mundo. No como sucede ahora, que se nos tiene
por ladrones, mafiosos y vividores.
Es nuestra elección. Luego no nos quejemos –porque lo haríamos sin
razón-, si ahora seguimos dando nuestro voto a quienes nos han llevado a la
miseria que vivimos hoy. Cambiar las cosas, siempre cuesta, pero si
participamos de las decisiones que se tomen y tomamos las riendas de nuestro
destino, veremos con satisfacción que esta vida merece la pena si somos cada
uno de nosotros los que la hacemos apetecible. Salud y libertad para todos
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